La lectura comprensiva es una técnica de estudio muy eficaz. Debemos enseñar a nuestros pequeños/as que no es necesario leer, releer y volver a leer mil veces, sino que es mejor ahorrar tiempo y esfuerzo realizando una lectura comprensiva y de esta forma poder disfrutar del aprendizaje.
No es lo mismo leer una novela que tener que leer algo que debemos interiorizar. Puede resultar complicado porque no es la forma de lectura que aprendemos de pequeños/as, pero con práctica, esta será nuestra mejor técnica de estudio y la que más nos ayudará a aprovechar el tiempo.
Pero, ¿qué es esto de lectura comprensiva?
La lectura es un proceso de interacción entre el pensamiento y el lenguaje. El lector/a debe reconocer las letras, las palabras y las frases, y de ahí extraer el mensaje. Sin embargo, no siempre se logra comprender el mensaje del texto e incluso puede ocurrir que se comprenda de forma equivocada.
La comprensión lectora es el proceso de elaborar un significado extrayendo las ideas principales de un texto, y relacionarlo con los conceptos que ya conocemos. Es importante entender y relacionar el texto con el significado de las palabras.
La lectura comprensiva consiste en interiorizar una serie de instrucciones y pasos que podemos aplicar a nuestro estudio para comprender y retener a la primera incluso los textos más complejos e incomprensibles.
Para “entrenar” la lectura comprensiva, es necesario que los niños/as adquieran un buen hábito de lectura, y para ello es importante tener en cuenta los intereses y las motivaciones de los menores/as a la hora de escoger las lecturas. Se pueden adaptar las tipologías según sus intereses, por ejemplo, podemos utilizar:
Los pasos para realizar una buena lectura comprensiva son los siguientes:
Para una buena lectura comprensiva hay que estar bien sentados, con buena iluminación y en silencio para que no perdamos nuestra concentración. Además, es recomendable leer en papel, pues podemos realizar anotaciones y en la pantalla cansamos más la vista.
Debemos tener en cuenta no leer todo el texto de golpe. Tener una idea general de qué trata nuestra lectura es bueno, pero eso se sabe rápidamente con el título y el resumen. Hay que dividir el temario en puntos asequibles e ir poco a poco, porque si no, cuando lleguemos al final ya habremos olvidado la mitad (o más). Así que el primer paso de la lectura comprensiva es hacer separaciones de cada uno de los puntos que leeremos por separado.
Una vez que tenemos el texto dividido, empezamos a leer prestando atención a cada frase, y entendiendo lo que leemos, parándonos en cada concepto que nos resulte confuso. Hay que tomarse la lectura comprensiva como si estuviéramos descifrando un código.
Una vez leído el primer apartado debemos pararnos y hacernos una serie de preguntas. Se trata de interactuar con el texto que tenemos delante para poder comprenderlo y aprenderlo. La forma de proceder con cada apartado es la siguiente:
¿Qué significa? ¿De qué habla? ¿Con qué está relacionado? ¿Qué es lo más importante de este punto?
Y así sucesivamente. Parece algo muy largo, pero conforme cojamos más práctica nos saldrá de forma automática.
Además, para desarrollar la lectura comprensiva es importante:
¿Qué prefieres, leer varias veces un mismo texto para memorizarlo sin entenderlo o leerlo una más despacio y quedarte con todo?